Event Summary
El lunes 11 de agosto de 2025, falleció el senador Miguel Uribe Turbay. Había recibido un disparo durante un mitin político en Bogotá el 7 de junio, mientras se postulaba para la candidatura presidencial para las elecciones de 2026. La muerte de Uribe Turbay, tras dos meses en cuidados intensivos, ha tenido un profundo impacto en un país que ha revivido episodios oscuros de violencia política en las últimas décadas. Se trata de uno de los actos de violencia electoral más graves de los últimos tiempos: aunque un joven de 15 años fue detenido como autor material y otras seis personas fueron capturadas, aún no se ha identificado al autor intelectual del crimen.
El caso ha tenido un impacto nacional e internacional: miles de personas participaron en protestas y actos de duelo, figuras políticas de todos los sectores expresaron su condena y presión para que se haga justicia, y el Gobierno anunció medidas de seguridad extraordinarias para los precandidatos. Este asesinato se produce apenas nueve meses antes de las elecciones presidenciales de Colombia (previstas para marzo de 2026), lo que aumenta la tensión democrática, la polarización y el temor social. El patrón de asesinatos de líderes sociales se ve reforzado por este asesinato de un líder político que era candidato presidencial. En el último año, aunque no se han producido asesinatos como este, la violencia política se ha manifestado en el asesinato de actores sociales a nivel territorial.
El clima electoral ya estaba marcado por la polarización, y la Misión de Observación Electoral había informado de incidentes violentos contra actores políticos, especialmente a nivel local. Este impacto podría afectar significativamente a las elecciones de 2026. Este suceso erosiona la credibilidad del sistema democrático, crea un clima de miedo en los espacios de participación política y refuerza la vulnerabilidad de los contendientes electorales. Podría ser un acontecimiento que desaliente la participación política.
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On Monday, 11 August 2025, Senator Miguel Uribe Turbay passed away. He had been shot during a political rally in Bogotá on 7 June while running for the presidential candidacy for the 2026 elections. Uribe Turbay’s death, which came after two months in intensive care, has had a profound impact on a country that has relived dark episodes of political violence in recent decades. This is one of the most serious acts of electoral violence in recent times: although a 15-year-old boy was arrested as the perpetrator and six other people were captured, the mastermind behind the crime has not yet been identified.
The case has had a national and international impact: thousands of people participated in protests and acts of mourning, political figures from all sectors expressed their condemnation and pressure for justice, and the government announced extraordinary security measures for the pre-candidates. This murder comes just nine months before Colombia’s presidential elections (scheduled for March 2026), heightening democratic tension, polarisation and social fear. The pattern of assassinations of social leaders is reinforced by this murder of a political leader who was a presidential candidate. In the last year, although there have been no murders like this one, political violence has manifested itself in the assassination of social actors at the territorial level.
The electoral climate was already marked by polarisation, and the Electoral Observation Mission had been reporting violent incidents against political actors, especially at the local level. This impact could significantly affect the 2026 elections. This event erodes the credibility of the democratic system, creates a climate of fear in spaces for political participation, and reinforces the vulnerability of electoral contenders. It could be an event that discourages political participation.